El Método Tomatis
Introducción al Método
Tomatis
Dr. Alfred A.Tomatis
Fundamentos Teóricos
El Oído Electrónico
Diferencia en entre Oír y Escuchar
Bibliografía

Aplicaciones del Método
Lenguaje y Aprendizaje
Idiomas
Maternidad
Escuchar y Comunicar
Estrés y Crecimiento Personal

Quien Puede ser ayudado por el Método

Guia para detectar como escuchas
Niños
Adultos
Como se si me sirve
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Los Programas
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Preguntas Frecuentes
Preguntas Frecuentes

Aplicaciones Especiales
Música
Niño Pequeño
Dislexia
Adoptado
Autismo
Síndrome Down


EL METODO TOMATIS Y LA MUSICA

Por Paul Madaule, L. Ps.

Director de "The Listening Centre"
de Toronto Canadá


LA MUSICA UNA INVITACIÓN A ESCUCHAR, AL LENGUAJE Y AL APRENDIZAJE

No es verdad que todos los niños amen la música. Una percepción distorsionada o monótona del sonido musical puede echar a perder -para toda la vida- el deleite en algo que debiera ser como dice el Dr. Tomatis, nuestro derecho de nacimiento.

La terapia musical, que puede ser instrumento poderoso para la autoexpresión, a menudo presupone que todos los niños tienen un canal claro de escucha. A muchos terapistas musicales les sorprende que ni la más sublime de las sinfonías ni los juegos con canciones más atractivos, dejen huella alguna en ciertos niños. Lo que rara vez advertimos es que estos mismos niños a menudo muestran bajos rendimientos en otras áreas del aprendizaje. Son malos escuchadores, casi podría decirse incapacitados.


El Método Tomatis es único al considerar las dificultades en el entrenamiento musical y las dificultades aún mayores en el aprendizaje como aspectos diversos del mismo problema: escuchar de manera deficiente. Como se ocupa de cuestiones fisiológicas y psicológicas fundamentales, el Método ofrece un respaldo poderoso y práctico a lo que de otra manera hace con éxito la terapia musical.

Este trabajo fue presentado en el Congreso Mundial de Terapia Musical en París, en Julio, 1983.


OIR, ESCUCHAR, LENGUAJE Y APRENDIZAJE.

Tomatis señala que oír y escuchar son dos funciones que implican mecanismos diferentes. Oír es la percepción pasiva de los sonidos, mientras que escuchar es un acto voluntario que requiere del deseo de usar el oído para enfocar los sonidos seleccionados. En otras palabras, escuchar es la facultad de seleccionar la información de sonidos que uno desea oír para percibirla de manera clara y ordenada. La función de escuchar está, por lo tanto íntimamente relacionada con el lapso de atención, el cuidado y la concentración. Desempeña un papel predominante en la integración, comprensión y retención de mensajes de sonidos, particularmente de los sonidos de lenguaje. Escuchar es de vital importancia en el proceso de aprendizaje.


El desarrollo del lenguaje en los niños es en sí un proceso de aprendizaje durante el cual el escuchar tiene un rol esencial. Mucho antes de que balbucee o exprese sus primeras palabras, el niño ya ha entrenado su oído para enfocar los sonidos del idioma de sus padres. Ya ha aprendido a escuchar las estructuras del lenguaje que le permiten asimilarlas y memorizarlas. Posteriormente, cuando sienta el deseo de comunicarse, tendrá que aprender a imitar el idioma. Deberá practicar escuchándose a sí mismo; repetir sonidos, fonemas y después palabras para encontrar la manera adecuada de emitirlos y usarlos para comunicarse. Para el niño. Armar este rompecabezas de sonidos se vuelve un juego, lo que podemos constatar cuando lo vemos balbucear y repetir palabras. Este ejercicio, de escucharse a sí mismo, es el punto de partida para la adquisición del lenguaje oral.

El lenguaje oral del niño debe estar bien establecido para cuando comienza con el lenguaje escrito en la escuela. Si es así, los sonidos del idioma que han sido integrados de manera adecuada y que pueden ser reproducidos sin distorsión, pueden ser traducidos con facilidad a su forma escrita. El niño, entonces, aprende a leer, escribir y a deletrear sin dificultad.

Ahora veamos el rol de la música en el desarrollo del escuchar y del lenguaje.

LA MUSICA Y EL ESCUCHAR

La música está compuesta de dos elementos: el ritmo y la melodía, el oído interno, que es la parte sensorial del oído, parece haber sido concebido para la integración de la música. El oído interno consiste de dos partes: el sistema vestibular y el sistema coclear. El sistema vestibular controla el equilibrio y los movimientos corporales. También permite la integración de movimientos que forman el ritmo de la música. Un ejemplo claro de la manera en que el cuerpo expresa el ritmo musical es su respuesta a la música bailable o a las marchas militares. De hecho, es gracias al sistema vestibular que la música parece tener impacto sobre el cuerpo. El sistema coclear permite la transformación de vibraciones acústicas en influjos nerviosos, y, por lo tanto, permite la percepción de la melodía.

La música es una serie de sonidos altamente organizados que el oído debe analizar. Por lo tanto, escuchar música es una manera excelente de que el niño aprenda a percibir sonidos de manera organizada, o en otras palabras, a escuchar. El canto tiene el mismo efecto provechoso sobre el desarrollo del control audio-vocal del niño, o de autoescucha (habilidad de escucharse a sí mismo al vocalizar)

LA MUSICA Y EL LENGUAJE ORAL

Las principales características de la música, específicamente el tono, el timbre, la intensidad y el ritmo, se encuentran en el lenguaje oral. Por esto la música prepara al oído, la voz y el cuerpo del niño a escuchar, integrar y emitir sonidos del lenguaje.


Además, la música puede ser considerada como un lenguaje "pre-lingüístico" ya que tiene todas las características del lenguaje oral excepto por el valor semántico. Para poder entender mejor el valor "pre-lingüístico" de la música, regresemos al niño que comienza a hablar. Su balbuceo y repetición de palabras corresponden a las escalas de un músico. Al repetir las escalas fonéticas, el niño integra auditiva y verbalmente las estructuras de sonidos de las palabras. Más tarde, y sólo más tarde, les atribuirá un significado. Las canciones infantiles son un ejemplo excelente de cómo el niño aborda el lenguaje. En estas canciones, el énfasis se pone en el sonido y la construcción de palabras que deben "sonar" de manera agradable; son descriptivas fonéticamente y divertidas. La historia que cuentan es secundaria. En esta etapa, al niño le interesan más los sonidos de las palabras que su significado.

Como en el caso del balbuceo y de la repetición de palabras, los versos y los bailes infantiles son considerados como juegos por los niños. Como se perciben como juegos, la motivación del niño se estimula hacia escuchar, aprender y vocalizar. Como resultado, las canciones infantiles actúan como catalizador en esta transición importante del mundo no verbal del niño al mundo adulto de la comunicación verbal. De cierto modo, estas canciones son como juguetes para el oído y la voz. El valor educativo de dichos "juguetes" habla por sí mismo. Todos los niños deberían tener acceso a ellos.

Las canciones y versos infantiles armonizan los movimientos corporales y funcionen motoras por su efecto en el sistema vestibular del oído. También aumentan el nivel de conciencia que el niño tiene de su cuerpo y ayudan a moldear su imagen corporal. Es útil considerar al cuerpo como un instrumento que permite que el lenguaje se exprese, al ayudar al niño a dominar el "instrumento corporal" con música y canciones, se prepara el camino para el desarrollo del lenguaje exitoso.

Es interesante hacer notar que se usan más de 100 músculos del cuerpo al hablar. También debemos recordar la importancia de las funciones motoras al escribir.

Las canciones con números nos muestran que puede considerarse a la música como altamente matemática en estructura. Al contar cantando, el niño aprende los números de manera divertida. Esto facilita no sólo la integración de datos y conceptos aritméticos, sino que también ayuda al conocimiento del tiempo y del espacio. Cuando trabajamos con un niño que tiene problemas con sus tablas de multiplicación, sugerimos que las cante como una serie de canciones con números.

EL NIÑO CON PROBLEMAS DE ESCUCHA

Un niño con problemas de escucha no puede sacar provecho de la mayor parte de los efectos de la música descritos con anterioridad. En muchos casos, no le gusta la música, o bien la ignora. Esto es lógico si sabemos que al escuchar de manera defectuosa sólo se obtiene una percepción poco clara, distorsionada o monótona del sonido. El niño que es incapaz de escuchar está en gran desventaja en el proceso de desarrollo del lenguaje. Este niño, seguramente, tendrá problemas para leer, deletrear y quizá también para la aritmética, y es probable que lo diagnostiquen como un niño disléxico o con problemas de aprendizaje.

Cante o no fuera de tono, la voz del niño a menudo suena de manera "desagradable". Es monótona y disonante cuando habla, como si hablará fuera de tono". Su sentido del ritmo es precario y en algunas ocasiones inexistente. Lo mismo es verdad para su conocimiento del tiempo y el espacio. No gusta de la música clásica y particularmente de los instrumentos que producen sonidos agudos. Dice que el sonido de un violín es como el de un serrucho metálico, le lastima los oídos y lo irrita.

Al aprender a tocar un instrumento, puede presentar problemas con la coordinación de las manos y los pies. De la misma manera en la que lee un texto, leerá una partitura, lenta y confusamente, cometiendo errores al hacerlo.

Al mismo tiempo, le gustaría tocar la batería y pasa mucho tiempo escuchando música rock y disco, que a menudo es muy fuerte. "¡Es música para sordos!" Dirán sus padres. No, es música para un escuchador deficiente.

EL USO DE LA MUSICA EN EL METODO TOMATIS


El propósito del Método Tomatis es el de mejorar la capacidad de escuchar y reducir los problemas relacionados con escuchar y reducir los problemas relacionados con escuchar. Sólo me ocuparé de la aplicación del Método con relación a las dificultades en la escuela.

En una palabra, el Método Tomatis es un programa de entrenamiento auditivo en fases. Cada fase corresponde a una de las etapas del desarrollo del proceso de aprendizaje.

Se usan normalmente cuatro tipos de información musical durante el programa de escucha: música de Mozart, cantos gregorianos, valses y canciones infantiles.


La Música de Mozart

Al observar los efectos de diversos tipos de música, Tomatis llegó a la conclusión de que pocos eran los que producen el efecto terapéutico deseado sobre la función de escuchar. Por ejemplo, la música de "tipo Chopin" tiene un efecto relajante pero en algunos casos puede reforzar el acto de soñar despierto y la distracción que a menudo están presentes en niños con problemas en la escuela. Otros tipos de música, como la de Paganini, Wagner o las marchas militares, tienen un efecto vigorizador que pueden aumentar las tendencias hiperactivas y agresivas así como la irritabilidad en ciertos niños. Estas también son características que observamos en niños con problemas de adaptación en la escuela.

El sonido sumamente rítmico y de baja frecuencia del rock, disco y otros tipos de música moderna tienen el mismo efecto que la música de marchas militares sobre la gente joven. Les atrae porque aumenta el nivel de sensación corporal pero la calidad del sonido reduce la habilidad del oído para escuchar.

Las partituras de Mozart parecen lograr el más perfecto equilibrio entre los efectos relajantes y vigorizadores del sonido. La mayor parte de la música del programa para escuchar utiliza música de violín, como en las sinfonías, divertimentos, serenatas y conciertos de Mozart. Esta música está modificada por filtros electrónicos que quitan o suavizan las frecuencias de tonos graves para estimular la zona de percepción de las armonías altas, una zona de primordial importancia para la función de escuchar.

La música filtrada de Mozart se utiliza en todas las etapas del programa. Durante la fase pasiva del programa, prepara al niño a escuchar y comunicarse. Relaja al niño y al mismo tiempo lo despierta al mundo de los sonidos. Durante la fase activa, la música filtrada, se usa para permitir que el niño se relaje, combinada con el canto, la repetición de las palabras y los ejercicios de lectura.

Cantos Gregorianos

El canto gregoriano es una técnica musical con un ritmo compatible con el de la respiración y los latidos cardiacos de una persona calmada y relajada. En otras palabras el ritmo del canto gregoriano es comparable al "ritmo" fisiológico de una persona tranquila.
En el programa, el canto gregoriano se usa para tranquilizar a niños impulsivos, irritables, tensos o inquietos. Los ejercicios de canto que usan cantos gregorianos se introducen durante la fase activa del programa. Estos ejercicios mejoran la calidad de la voz y así preparan el camino para sesiones activas en las que el niño repite palabras y lee en voz alta. Enseñar al niño a emitir un buen sonido con su voz es fundamentalmente para el desarrollo de un buen control audio-vocal o de autoescucha. El niño que gusta del sonido de su voz será más feliz al usarla para hablar.

Las Canciones Infantiles

El rol de las canciones con números, los versos y otras canciones infantiles son la invitación al lenguaje como ya lo hemos explicado. Se usa una selección de estas canciones durante la fase pre-linguísticas del programa para niños menores de ocho año. Primero escuchan las canciones, más tarde, cuando así lo desean, comienzan a cantarlas. Para los niños mayores, hay ejercicios vocales que usan cantos gregorianos y reemplazan a los versos infantiles.


CONCLUSION


En resumen, el uso de la música en el Método Tomatis relaja y vigoriza al niño, estimula su capacidad de escuchar y, así lo invita a comunicarse y a aprender. Además, el uso de canciones y cánticos preparan su voz y su cuerpo para la expresión del lenguaje.

Los efectos de la música seleccionada que se usa en la situación muy particular del Método Tomatis son provechosos para niños con problemas específicos del lenguaje, aprendizaje y comunicación, relacionados con una capacidad para escuchar débil o deteriorada. Además también se benefician los adultos que sufren de falta de energía, fatiga, irritabilidad, dificultad para mantener la atención y la concentración, que deben manejar situaciones tensas, dar discursos o hablar ante un grupo, así como para solucionar otros problemas de comunicación.



EL METODO TOMATIS PARA CANTANTES Y MUSICOS


Cualquiera que este familiarizado con el Método Tomatis sabrá que no se trata de una mera licencia poética cuando se afirma que "el corazón es el que oye, o el amor es el que escucha". El vínculo prenatal con la madre, la capacidad de relacionarse con el mundo a través del lenguaje, el deseo de conectarse, todo forma parte del campo de la escucha en el sentido amplio que Tomatis le ha dado.

En sus 40 años de investigación, Tomatis siempre tuvo una predilección particular por aplicar sus hallazgos a la esfera de la música. De hecho, el Método se originó para tratar a los cantantes. Como especialista del oído, nariz y garganta, el Dr. Tomatis ha tratado personalmente a los virtuosos más grandes del mundo, entre otros a María Callas. Uno de sus libros se intitula L'Orille et la Box (El Oído y La Voz)

Uno de los descubrimientos más singulares de Tomatis es la teoría de lo que se conoce como "oído musical", empíricamente sí existe y tiene una curva específica ascendente de respuesta. Este es el oído de la diva, o del monje -siempre y cuando canten correctamente. Es precisamente el tipo de oído que se necesita para dominar cualquier instrumento.

Casi igualmente notable es la descripción que hizo Tomatis de la relación del oído con el resto del cuerpo. Debido a que está conectado con el nervio vital neumogástrico (vago), el oído tiene que ver con casi todo lo que sentimos -desde el cosquilleo en la garganta o "mariposas" en el estómago -hasta los latidos del corazón y la respiración.

En la práctica, el Método Tomatis le da mucha importancia a las "posturas específicas para escuchar", tanto para recibir como para emitir el sonido. Es una manera efectiva de lograr un tono mejor.

En este trabajo, originalmente presentado en 1976 al South African Association of Music Teachers, (Asociación Sudafricana de Maestros de Música), Paul Madaule elabora sobre la afirmación de Tomatis que "es el oído el que canta". Desarrolla y le da bases teóricas a algunos aspectos del Método descritos anteriormente en el folleto Panorama General del "Método Tomatis".


La investigación del Dr. Alfred A. Tomatis nos muestra el papel tan importante que desempeña el oído en el control de la fonación, la imagen corporal y el control motor. Como parte de su trabajo, el Dr. Tomatis investigó la influencia que tienen ciertas modificaciones auditivas sobre la calidad de la voz de los cantantes y sobre la ejecución instrumental de los músicos.

El virtuoso, el que domina perfectamente su voz o instrumento musical, sabe cómo controlar con el máximo de precisión todos los parámetros de la pieza musical que está ejecutando. Con estos antecedentes, el Dr. Tomatis demostró que al mejorar las habilidades auditivas del ejecutante, específicamente su automonitoreo a través del proceso de escuchar, logra un mayor dominio de su voz o instrumento. De esta manera, a través del Método Tomatis, los cantantes y músicos aumentan su capacidad para escuchar y esto conduce a una mejor ejecución.

Al conocer cómo funciona el oído como instrumento de control del flujo de sonido, al estar conscientes de las deficiencias que frecuentemente impiden esta función, y al utilizar las técnicas desarrolladas por Tomatis, es posible devolverle al oído su eficacia intrínseca.


El Oído Músical

Este tipo de destreza se debe a lo que Tomatis describió como "el oído musical." Un oído musical debe ser capaz de entonarse con todo el espectro de sonidos. Debe saber cómo percibir y analizar cada una de las partes del espectro de frecuencias con el máximo de velocidad y precisión. El rango crítico para la musicalidad es el de una amplitud de banda localizada entre 500Hz y 4000Hz, formando una curva de respuesta a la que Tomatis le asignó características precisas.



Estas funciones del oído que se completan y se traslapa estrechamente, constituyen el acto de escuchar. El mal funcionamiento de uno o de varios de estos parámetros provoca una falta de armonía que se traduce en un deterioro de la audición y consecuentemente, en una musicalidad deficiente.

Según Tomatis, los problemas de escucha, que no sean el resultado de alguna lesión orgánica, generalmente son de origen psicológico. He aquí su hipótesis. En una etapa muy temprana de la vida del sujeto, debió ocurrir un rechazo al lenguaje oral. Una manera de rechazar esta información es la de cerrar el oído. Este "cierre" sí es posible; se manifiesta a nivel fisiológico por una relajación de los músculos del oído medio. Este estado de flacidez, parecido aun "parpadeo" del oído impide considerablemente el paso del sonido. Desafortunadamente, es más fácil para el oído abrirse de nuevo que para el ojo. Si los músculos del oído medio están inactivos durante demasiado tiempo, pierden su tonicidad. Los sonidos serán incorrectamente percibidos y, por lo tanto, incorrectamente analizados. En otras palabras, se impide el proceso de escucha.

El Oído Electrónico

Para que el oído humano establezca o recupere toda su potencialidad, Tomatis desarrolló un aparato llamado Oído Electrónico.

El análisis óptimo de la música comprende:


(1) Una curva ascendente hasta las frecuencias de 3000-4000 Hz estabilizándose a este nivel y una leve caída en las frecuencias más altas.
(2) Una "selectividad auditiva" abierta que es la habilidad para analizar y comparar sonidos de distintas frecuencias, así como la habilidad para determinar la dirección de la variación, es decir, si un tono es más alto o más bajo que otro.
(3) Una espacialización auditiva precisa, que es la habilidad para identificar la fuente de sonido en el espacio que lo rodea.
(4) Un predominio auditivo del lado derecho. Desde la época de Broca(1888) y de sus sucesores, Penfield en particular (1959), los trabajos publicados sobre neurología, neurocirugía y neurofisiología han demostrado la diferencia funcional de los hemisferios del cerebro para el lenguaje. Tomatis sugiere que el oído derecho es el que controla y analiza los sonidos y, por lo tanto, el oído derecho debe ser el oído dominante y principal de los cantantes y músicos. Otros investigadores demostraron, el predominio del oído derecho en músicos que tomaron un curso largo e intensivo de entrenamiento musical.


El Oído Electrónico pone en marcha a tres mecanismos.

(1) Los Filtros. Están regulados de tal manera que la información puede ser alterada o modificada dentro de la amplitud de banda específicas del oído musical para poder suprimir la distorsión.


(2) La Puerta Electrónica. Para permitir que el oído se ponga a tono automática y espontáneamente para escuchar, se estimula al oído medio a través del paso alternado de sonidos de canal que relaja a los músculos, a otro canal que tensa o se concentra en ellos. La alternación de un canal a otro está regulada automáticamente por una puerta electrónica que se abre y se cierra de acuerdo a la variación de la señal. La repetición de esta acción, a través el tiempo, mantendrá en forma permanente la habilidad del oído de percibir y analizar el sonido adecuadamente.


(3) El Balance. Para preparar al oído derecho a convertirse en el oído predominante, la intensidad del sonido transmitido a través de los audífonos al oído izquierdo, se reduce progresivamente.

Las Sesiones


Cada sesión con el Oído Electrónico dura aproximadamente 30 min. La cantidad y la programación de las sesiones se determinan después de la evaluación inicial que incluye: prueba de escucha, de dominio lateral, dibujos de figuras y una entrevista clínica.

Generalmente se recomienda comenzar con un entrenamiento intensivo. El programa consiste en cuatro o seis sesiones diarias durante tres semanas. Después de este período intensivo, se puede continuar con doce sesiones a la semana durante varios meses, o bien suspenderlas después de seis semanas y volver a comenzar con otro período de entrenamiento intensivo de tres semanas.


El Programa

El programa de escucha para cantantes y músicos comprende dos fases: la de entrenamiento auditivo, (es decir receptivo) y la de entrenamiento audio-vocal (es decir expresivo.)


Entrenamiento Auditivo

Consiste en escuchar a través del oído electrónico los sonidos de música o de voz que han sido tratados o "ajustados" electrónicamente, atenuando significativamente las frecuencias bajas. Esta "música filtrada" que posteriormente es modificada por Oído Electrónico, primeramente abre el diafragma auditivo. Esto aumenta el poder selectivo del oído, es decir que el sujeto puede percibir el sonido con menos distorsión y analizarlo de una manera más precisa en todo su rango de frecuencias: desde las frecuencias fundamentales hasta las armónicas más altas. Para un oído que no ha sido entrenado, la frecuencia fundamental de un sonido generalmente encubre su espectro armónico y bajo estas condiciones, el cantante tiene dificultad para controlar el timbre de su voz(la mezcla de las armónicas más altas) Consecuentemente, permanece apagada, sin modulación. Lo mismo ocurre con el músico que, aunque posee una técnica sobresaliente, no puede adaptar su audición a las armónicas de los sonidos emitidos por su instrumento y, como resultado, no puede regular la musicalidad de la melodía.

El escuchar música filtrada a través del Oído Electrónico entrena a los músculos del oído medio a acomodarse o ponerse a tono con las armónicas más altas de cualquier fuente de sonido. Ayuda al cantante a controlar gradualmente el timbre de su voz y al músico a controlar y remediar el matiz de los sonidos producidos por su instrumento.


La Postura de Escucha

No sólo se escucha con el oído sino con todo el cuerpo, y los buenos escuchadores deben estar concientes de su postura. El adquirir una postura de escucha correcta es una de las partes más importantes de la fase de entrenamiento auditivo del programa. En general, esto significa que la columna vertebral debe de estar derecha, pero no rígida, con la cabeza ligeramente colocada hacia delante y los ojos cerrados, el cuello y la mandíbula relajados y el pecho abierto para permitir una respiración amplia. Esto puede lograrse sentándose en un banquillo alto o parándose con la parte inferior de la espalda recargada contra la pared.

Los sonidos más altos de la música filtrada que se presentan durante esta parte del programa ayudan considerablemente a mantener esta postura erecta y a respirar con amplitud. Las razones por las cuales esto ocurre serán evidentes al comprender mejor el efecto del sonido sobre el sistema nervioso.

La Música Filtrada y el Concepto de Carga Cortical

Tomatis subraya el hecho de que las funciones del oído humano exceden a las funciones que tradicionalmente se le han adjudicado. El oído no es únicamente un "instrumento" para oír y escuchar, ni solamente un órgano para mantener el equilibrio y la verticalidad. Él afirma que el oído es principalmente un aparato destinado a efectuar una carga cortical (es decir, a aumentar el potencial eléctrico del cerebro) De hecho el sonido es transformado a flujo nervioso por las células ciliadas del oído interno. La carga de energía eléctrica obtenida por el flujo de los impulsos nerviosos llega a la corteza, que a su vez la distribuye a través de todo el cuerpo con el propósito de tonificar todo el sistema e impartir un mayor dinamismo.


Pero no todos los sonidos pueden efectuar este proceso de carga. Tomatis indica que en la membrana basilar, las células de Corti están agrupadas más densamente en el área que responde a las frecuencias altas que en la que responde a las frecuencias bajas. De esta manera, la cantidad de impulsos transmitidos a la corteza es mayor y más concentrada en el caso de sonidos de frecuencias altas que en el caso de frecuencias más bajas.

Esta es la razón por la cual Tomatis llama a los sonidos ricos en frecuencias armónicas altas, sonidos "de carga" o "que cargan". Por esto los cantantes de opera, por ejemplo, que producen estos sonidos, son célebres por su vitalidad y dinamismo. En cambio, los sonidos de frecuencias bajas no sólo no suministran suficiente energía a la corteza, sino que pueden llegar a agotar al individuo ya que inducen respuestas motoras que absorben más energía de la que puede proporcionar el oído. Las personas que tienden a cansarse o a deprimirse frecuentemente tienen una voz apagada o inexpresiva con un contenido muy bajo en frecuencias altas.

Los efectos de esta carga cortical aumentada por el hecho de escuchar sonidos filtrados se pueden manifestar de la siguiente manera:

- Una mayor motivación en las actividades cotidianas.
- Una mayor facilidad y capacidad en el trabajo
- Una menor suceptibilidad a la fatiga
- La conciencia de sentirse dinámico junto con la impresión de tener más vitalidad.
- Una mejor atención y concentración.
- Una mejor memoria.
- Menos tiempo de sueño.

La Música Filtrada, la Imagen Corporal y las Funciones Motoras.

Tomatis ha demostrado que las funciones vestibulares (de balanceo) y cocleares (de codificación de sonidos) del oído están unidas en un solo sistema. Anatómicamente, el nervio vestibular está presente en todos los nervios de la médula y, debido a esto, está conectado directamente con todos los músculos del cuerpo. La música filtrada, recibida por el oído, puede, por lo tanto, tener un efecto sobre la imagen corporal. Esto es de vital importancia para los músicos. Para los que tocan instrumentos de cuerdas, los pianistas y los percusionistas, por ejemplo, una mayor conciencia de su imagen corporal se traduce en un mayor control de los brazos, muñecas, manos y dedos.

Es bien sabido que el sistema vestibular tiene una acción de monitoreo del equilibrio. Un mejor control vestibular aumenta la conciencia temporal-espacial que se requiere para el sentido del ritmo.


La Música Filtrada y la Relajación


Tomatis le otorga una gran importancia al papel que desempeña la rama auricular sensorial del nervio neumogástrico, también llamado vago. A través de sus numerosas ramificaciones, el vago regula la laringe, la faringe y las víceras, es decir, los pulmones, el corazón, el estómago, el hígado, los riñones y el intestino. La rama auricular, de hecho, se encuentra en la superficie externa del tímpano, formando así un vínculo entre nuestra vida interna, neurovegetativa y el mundo exterior.

Existe una relación íntima entre lo que choca con el tímpano y estados emocionales tales como el miedo a aparecer en público, o "mariposas en el estómago", la sensación de "ahogarse" antes de cantar y somatizaciones como angina pectoral, problemas gástricos e intestinales, problemas asociados con comer demasiado, anorexias y así sucesivamente.

El escuchar música filtrada a través del Oído Electrónico aumenta la tensión de la membrana timpánica. Tomatis indica que cuando esta membrana se tensa, se atenúa la amplitud de la vibración de la rama sensorial auricular, y a su vez, regula el nervio vago.


La regulación efectuada de esta manera produce generalmente una sensación de bienestar, como una liberación de una carga pesada cuyo contenido se desconoce. El sujeto se da cuenta de que se siente más seguro de sí mismo y más consciente de sus habilidades. La respiración se expande poco a poco y las contracciones musculares desaparecen. Si el miedo a parecer en público persiste, se convierte en algo consciente y ya no tiene el efecto inhibidor anterior.


Entrenamiento Audio-Vocal

Después de algunas sesiones de música filtrada que pueden variar según las personas, el sujeto participa en sesiones de entrenamiento audio-vocal.

Para los cantantes como para los músicos se recomiendan sesiones que consisten en repetir palabras y textos alternadas con sesiones de canto y de música (filtrada o sin filtrar) Las palabras y los textos deben ser ricos en contenido fonético y sílabas fricativas, progresivamente se filtra su contenido de frecuencias bajas. Esto entrena al oído a "escuchar" el rango armónico total de la información sonora.

El tipo de canto que se utiliza para los ejercicios audivocales es una selección de Cantos gregorianos. Se ha comprobado que el registro de los Cantos Gregorianos, como el de muchos otros cantos sacros posee características muy particulares. Los tonos fundamentales están notablemente atenuados con respecto al rango de las armónicas que es muy rico y que, por lo tanto, permite que la voz aproveche sus posibilidades de modulación para enriquecer su musicalidad. El canto gregoriano es, hasta cierto punto, una forma de música naturalmente filtrada. Además su ritmo parece ser una traducción de los ritmos de los ritmos fisiológicos del ser humano. Entre otras cosas, estos cantos pueden ayudar al sujeto a controlar y a "regular" mejor su respiración, lo que es particularmente importante para los cantantes e instrumentistas.

Durante estos ejercicios se transmite una cinta que contiene información intercalada con espacios vacíos. El sujeto que escucha trata de reproducir los sonidos tan precisamente como le es posible en los espacios vacíos. Su voz recogida por un micrófono y modificada por el Oído Electrónico le es instantáneamente retransmitida a través de los audífonos. Los filtros regulan su voz en todo el espectro musical y así se obtiene un control de alta calidad y un análisis más eficiente del sonido. Este proceso se basa en la primera ley de Tomatis que afirma que "la laringe emite únicamente las armónicas que el oído oye". De esta manera, la palabra, el enunciado o la frase musical será emitida con un mayor control.


La Postura Audio Vocal

El acto de vocalizar, de hablar así como de cantar, es una de las actividades motoras más importantes y complejas del ser humano debido a que hay una participación de todo el cuerpo.

Para saber hablar o cantar, se necesita primeramente saber escuchar el flujo verbal con el fin de regularlo adecuadamente. El cantante es el primero en oír los sonidos que emite. Pero el control de estos sonidos requiere de una postura adecuada para escuchar, es decir la postura audio-vocal o expresiva. La cabeza debe estar alineada con la columna vertebral, y es importante que no se eleve al emitir notas altas.

Antes de emitir un sonido, el sujeto debe inhalar profundamente. Durante la emisión de voz, el tórax debe permanecer abierto para darle su máxima amplitud a los músculos del diafragma.

Los labios deben de proyectarse hacia delante, para eliminar la tensión de la comisura de la boca, ya que la tensión de estos músculos inhibe el funcionamiento de los músculos del oído medio. Esto sucede a través del vínculo nervioso que existe entre el nervio facial, al nivel del músculo risorio que retrae los músculos de las comisuras de la boca, y el músculo del estribo que regula el laberinto. El Oído Electrónico gradualmente hace que este movimiento hacia delante se vuelva automático.

La articulación comprende la parte anterior de la lengua. Esto hace que el cantante sienta que su voz se proyecta hacia delante. El control de la voz es realizado por el oído derecho. Este ejercicio se facilita utilizando el Oído Electrónico porque la energía sonora del lado izquierdo se puede disminuir progresivamente.

La repetición del Canto Gregoriano durante el entrenamiento Audio-vocal hace que predominen los resonadores laríngeos superiores. La voz es orientada automáticamente hacia la cabeza. Para acostumbrar al sujeto a que oriente su voz correctamente, se le aconseja que "canturee" los ejercicios vocales durante las primeras sesiones. El cantante debe sentir que los sonidos que emite se localizan atrás y hacia arriba de la cabeza; deben hacer que vibre el cráneo. Poco a poco se le conduce a que abra la boca para formar vocales sin modificar la calidad de los sonidos que fueron emitidos previamente con los labios cerrados.

Mientras que el sujeto utiliza su voz fluidamente, sin interrupciones, en un flujo vocal que se modula por sí solo en cuanto a la intensidad (creciendo y disminuyendo) y al tono, se le pide que coloque su lengua de tal manera que siempre pueda pronunciar el fonema (g) (pronunciado como en la palabra "guitarra") Esto permite que el sujeto proyecte su voz empujando la lengua y el labio hacia delante y proyectando la vocal en la parte anterior de la boca. Para poder identificar con precisión el fulcrum lingual-palatal del fonema (g), proporcionamos un diagrama que indica la barrera transversal que divide la curva de la lengua en dos partes: la anterior, o bucal, y la posterior o faríngea.


Esencialmente esta acción está dirigida a movilizar esta barrera hacia adelante para hacer entrar en juego las distintas cavidades de resonancia que producen las armónicas altas y enriquecen el timbre. La vocal que se emite bajo estas condiciones se vuelve más brillante. Esto ilustra la apertura que Tomatis denominó: "el abanico fonético". La voz está bien colocada o proyectada, cuando éste abanico, cuya rama posterior está al nivel de la laringe, hace que su rama anterior, que es móvil, asuma su posición más adelantada con el objeto de liberar todas las cavidades que crean el timbre.

La práctica diaria es indispensable si se desea lograr una rápida integración de estos ejercicios de fonación que mejoran el control sensorio-motor del sujeto.

 

Ejercicio de Lectura en Voz Alta

Como seguimiento al programa audio-vocal, se aconseja enfáticamente que el sujeto practique diariamente, durante un mínimo de media hora, ejercicios de leer en voz alta mientras que mantiene esta postura audio-vocal. Para fortalecer su auto-control sobre el lado derecho, deberá de colocar su mano derecha a unos cuantos centímetros a la derecha de la boca, como si fuera a leer frente a un micrófono. Rápidamente se percatará de que en esta posición la voz "se amplifica", es decir, se vuelve considerablemente más rica en armónicas altas, más calidad o más brillante. Así mismo, se dará cuenta de que mejorará mucho el ritmo del flujo verbal.

El sujeto deberá de perseverar en esta práctica diaria para superar la dificultad de los primeros ejercicios, durante los cuales la lectura en voz alta parecerá aburrida. Frecuentemente, no comprenderá lo que lee; su mano, colocada sobre el lado derecho de la boca lo molestará y tendrá una tendencia a la anquilosis (rigidez de las articulaciones) sin embargo, el sujeto que logre sobreponer las dificultades iniciales debidas a la resistencia a ser sometido a un condicionamiento previo, será rápidamente gratificado por la sensación de dinamismo y el bienestar que genera este ejercicio. Su deseo de hablar y de cantar se incrementará en la medida en que mejore su control audio-vocal.